Los problemas de privacidad que causa la geolocalización

Publicar dónde estamos a través de una fotografía puede meternos en un problema

La geolocalización es una característica que permite a muchas aplicaciones realizar una búsqueda por proximidad de servicios e informaciones, por no hablar de su uso original como mapa, brújula o planificador de rutas. Las coordenadas de geolocalización pueden también dar valor añadido a una fotografía incorporándose en el fichero digital que constituye la misma, algo que se conoce como geoetiquetado. En otras palabras: si tenemos activada la geolocalización nuestras fotografías dirán dónde estamos exactamente.

Así, con un formato de metadatos accesible de forma sencilla pero invisibles de manera directa, la imagen va acompañada del lugar exacto en el que se tomó. Si a ello sumamos la práctica común de compartir las fotografías (por email, mensajería instantánea, redes sociales, servicios especializados…) y que en ellas suele haber más personas implicadas que la propietaria del terminal con el que se tomó la instantánea… la conclusión es un tanto delicada:estamos contando a todo el mundo dónde nos encontramos, u otros lo están haciendo por nosotros cuando aparecemos en sus fotos.

¿Queremos dar tanta información a través de una simple fotografía? Hay que pensar que estas publicaciones afectan a nuestra privacidad y que ofrecen muchos a datos a personas que pueden querer hacernos daño. Desactivar esta opción es una de las mejores maneras de proteger nuestra privacidad online.

‘Super Cookies’, un ataque a la privacidad que algunos navegadores ya han solucionado

La última versión de Mozilla Firefox ha corregido el problema

¿Qué es la Super Cookies?  El investigador Sam Greenhalg demostró que a través de este sistema los sites de Internet pueden saltarse las configuraciones de privacidad de los navegadores para seguir rastreando la actividad del usuario. Un ataque a la privacidad que algunos buscadores ya han solucionado.

Concretamente las últimas versiones de Mozilla Firefox e Internet Explorer. El primero ha logrado subsanar el problema tras detectar el fallo, mientras que el segundo se libra del posible ataque al no soportar HSTS, el causante de todo. Según los expertos, Chrome y Safari todavía son vulnerables a este problema.

Los cookies sos información enviada por un sitio web y almacenado en el navegador del usuario, de manera que el sitio web puede consultar su actividad previa, llevando un control de su navegación y logrando información sobre sus hábitos. Algunos navegadores han permitido realizar búsquedas a través de modo privado o incógnito, que evitaban que esa información fuera almacenada.

Sin embargo los Super Cookies utilizan flags que permiten reconocer al usuario independientemente de cuál sea su modo de navegación. Un problema al que algunos ya han puesto remedio.